lunes, 19 de diciembre de 2011

Sólo tú.

Ahora todo ha cambiado.
Ahora que no estás.
Ahora que no dejaré de tenerte en mi memoria jamás.
Ahora que sólo me queda echarte de menos a cada paso, a cada respiración.
Ahora que echo de menos hasta las cosas malas de tí.
Ahora necesito el contraste entre soledad con lágimas, y fiesta con desconexión.
Ahora sólo podría consolarme un abrazo tuyo y nunca me lo darás
Ahora, vacía, hueca, te escribo esto, estés donde estés y grito desde el alma que te quiero.
Ahora nada me importa nada.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Noche sin ti...

A las 23:00 te vas a dormir, esperando pillar pronto el sueño para mañana madrugar, aunque sabes que aun madrugando no tendrás animo de nada.
A las 0:00 das vueltas en la cama, te sientes sola y con ganas de llorar
A la 1:00 llevas un rato largo llorando, sintiendote hueca
A las 2:00 te retuerces en las sabanas intentando exprimirte... há, como si hubiese algo dentro...
A las 3:30 das vueltas por la cama convencida de que lo que te pasa es que no has encontrado la postura adecuada.
A las 4:00 lloras hasta
las 5:35, cuando miras el reloj sabiendo que no has dormido nada.
A las 6 te hablan por chat
A las 7 parece que consigues dejar la mente en blanco.
A las 8 te suena el despertador y te sobresaltas pensando que es una llamada que no quieres recibir
A las 9 observas como la luz d la mañana empieza a entrar timidamente por las rendijas de tu habitacion
A las 10 sigues absorta en esa luz tenue
A las 11 recibes una llamada, eres consciente de que debes levantarte pero incapaz de hacerlo
A las 12 escribes esto. Y en algun momento te levantarás, lo prometes.
Pero a cada minuto, a cada segundo de los descritos, LE ECHO DE MENOS.

miércoles, 8 de junio de 2011

Entraste en mi vida exclusivamente para ponerla cabeza abajo.
Pero ahora se acabó.
Y pienso ser feliz por mi cuenta, ya que contigo nunca lo voy a ser.


Suerte en la vida.

Y adiós. Definitivamente ADIÓS

viernes, 11 de marzo de 2011

- ¿Es que no te das cuenta? -El chico la agarró del brazo casi furioso-
- ¿De qué debería darme cuenta? No te entiendo...
- Dá igual...
- No, explícate. Ahora no me puedes dejar así, habla.
- Hace mucho, mucho mucho mucho tiempo, yo te ví, en un bar, reías divertida y lo pasabas bien correteando de aquí para allá alocadamente.
- ¿Qué?
- Y eso no es todo, hubo un cruce de miradas, un segundo durante el que pareció que el tiempo se paraba y nos miramos fíjamente a los ojos... Pero después me dí cuenta de que tu novio te acompañaba, le diste un beso. Y no me acerqué a perturbar tu perfecta burbuja de felicidad.
- Pero, ¿por qué me lo cuentas ahora?
- Un día apareciste en mi vida, y supe que el destino nos había puesto en el mismo lugar por algún motivo. Llevo este tiempo quedando contigo esperando que recuerdes nuestro cruce de miradas... Pero no ha sido así -el chico miró al suelo entristecido-
- Lo siento. -Contestó ella.-No lo recuerdo realmente...
- Yah, eso hace tiempo que quedó claro...
- ¿Podrás perdonarme?
- Siempre estuviste perdonada, ahora lo sé, te quiero...
-sus ojos se empañaron, miró al suelo, ahora le dolía tal confesión, ahora era tarde, una lágrima recorrió su mejilla- Yo también te quiero -dijo, y mirándole a los ojos recordó aquél momento, el bar, la gente, y el tiempo deteniéndose, cómo en su último beso...

lunes, 17 de enero de 2011

Exámenes.

Exámenes que se vuelven más y más duros a medida que pasa el tiempo. Exámenes difíciles y más difíciles.
O exámenes que simplemente parecen difíciles ya que no logras centrar la cabeza un número interesante de horas al día para conseguir estudiar y llevarlos suficientemente preparados. En resumen exámenes que me levantan dolor de cabeza, que me causan ansiedad, que hacen que vomite el desayuno y que piense constantemente en que soy, valgo y sirvo para: una puta mierda.
Exámenes que crean un nudo en mi estómago capaz de aniquilarme por completo.

Exámenes de mierda, al fin y al cabo.

Necesito días de más de 24 horas. Pero también necesito días sin dolor de cabeza. JODER!

martes, 26 de octubre de 2010

Aquí

Aquí está el fugitivo de siempre
Aquí la eternidad que fue un instante

Aquí donde ninguno de vosotros se atreve

Aquí nuestros besos comunicantes


Aquí no hay nadie a quien seguir

Aquí que nadie es un huésped fijo
Aquí sigo viviendo bien sin mí
Aquí sólo quiero estar contigo

Aquí seguro de hacer lo incorrecto
Aquí porque no hay suficientes pruebas
Aquí como un inválido en el desierto

Aquí me quedo
Aquí con ella

Aquí en atención a las circunstancias
Aquí la noche infinita que no duerme
Aquí olvidé lo que me desconcertaba
Aquí vuelvo a estar ausente

Aquí seguro de hacer lo incorrecto
Aquí porque no hay suficientes pruebas
Aquí como un inválido en el desierto
Aquí me quedo
Aquí con ella

Aquí que tampoco es la vida real
Aquí que no es un infierno

Aquí el acantilado que ruje a las olas
Aquí que le llaman allá fuera
Aquí los que vencimos con nuestra derrota
Aquí que ya no salimos a escena

Aquí seguro de hacer lo incorrecto
Aquí porque no hay suficientes pruebas
Aquí como un inválido en el desierto
Aquí me quedo
Aquí con ella

Aquí que tampoco es la vida real
Aquí que no es un infierno.

-Enrique Bunbury- Aquí-

lunes, 18 de octubre de 2010

La habitación que invita al sueño

Amanece.

Y pese a haber tomado café sabes que sigues medio dormido.
Vuelves del desayuno encontrándote esa habitación que invita al sueño.
Persianas bajadas. Calor.
Y es entonces cuando decides que vas a ser tú quien ponga esta vez las normas. Hoy vas a dirigir tú tu propia vida. Coges las riendas.
Le das al botón de encendido del ordenador.
Levantas las persianas.
Abres la ventana.
Haces la cama.

El día comienza.