lunes, 18 de octubre de 2010

La habitación que invita al sueño

Amanece.

Y pese a haber tomado café sabes que sigues medio dormido.
Vuelves del desayuno encontrándote esa habitación que invita al sueño.
Persianas bajadas. Calor.
Y es entonces cuando decides que vas a ser tú quien ponga esta vez las normas. Hoy vas a dirigir tú tu propia vida. Coges las riendas.
Le das al botón de encendido del ordenador.
Levantas las persianas.
Abres la ventana.
Haces la cama.

El día comienza.

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